La novela trata de una invasión de una especie de ratas mutantes que comienza en las zonas más pobres del East End. Estas ratas negras son tan grandes como perros, están organizadas, no tienen miedo y lo peor de todo, están sedientas de sangre y carne humanas. Lo que empieza como incidentes aislados va escalando hasta una plaga que, si no se encuentra la manera de controlar, podría acabar con todo Londres. Harris, un profesor de arte, es reclutado por el Secretario de Sanidad para que los ayude después de ser testigo de varios de estos incidentes.
La historia es bastante directa y va a lo que va: ratas asesinas dándose festines con todo aquel que pillen por banda. Herbert no se corta a la hora de describir las muertes y las mutilaciones de los personajes (y no se salva nadie: hay un capítulo sobre la horrible muerte de una bebita y su perro), y a medida que avanza el libro la cosa va en aumento, con masacres en lugares como estaciones de metro o cines que ponen los pelos de punta solo de imaginarlas.
El autor utiliza la técnica de presentarnos a diversos personajes, mostrarnos algunas pinceladas de sus vidas para que nos familiaricemos con ellos y cuando ya los conocemos un poco entonces los mata de una forma terrible, aunque de vez en cuando nos da un respiro haciendo que algunos de estos personajes sobreviva.Herbert también aprovecha para hacer una crítica social nada velada acerca de cómo las zonas de la ciudad que no interesan (las que afectan principalmente a la clase obrera que se desloma para poder sobrevivir y subsiste en penosas condiciones) están descuidadas por el Gobierno y la poca iniciativa de los que están en el poder de arreglar los problemas hasta que es demasiado tarde.
The Rats es una novela que disfrutarán aquellos que se lo pasan pipa con esas películas de terror de serie B de los ochenta del subgénero del creature feature que ofrecen casquería a tope y toda clase de creativas muertes y al que no le importe desbloquear nuevos miedos. Cortita, intensa, de esas que te dejan mal cuerpo pero no puedes parar de leer. Eso sí, si sois de los que no os gusta ver animales sufrir, ni os acerquéis.
A la novela le siguen otras dos entregas y una novela gráfica en la que los ataques de las ratas continúan. Las ratas tiene una edición reciente en España por La Biblioteca de Carfax, las secuelas habrá que buscarlas de segunda mano o tirar por el inglés porque no parece que las vayan a reeditar pronto.
Fue llevada al cine en 1982 con el título Deadly Eyes (Fieras Radiactivas en España, disponible en Filmin).